LOOKBOOK: Sala de estar en tonos gris. Parte 1/03

En esta nueva sección de «LOOKBOOK» veremos el look completo de una bonita sala de estar en tonos grises.

Por la morfología alargada del local, el espacio se distribuyó en dos áreas: el comedor y la sala de estar, en la cual nos centraremos en el post de hoy.

Los locales alargados son, por lo general, más fáciles de distribuir, ya que permiten la división del espacio en zonas, teniendo en cuenta su función, y facilitan la fluidez del tráfico en la habitación. Esto último es realmente importante y debe ser tenido siempre en cuenta a la hora de identificar las funciones de cada zona y la elección del mobiliario que la compondrá.

En este caso, se ha situado la zona de comedor enfrente de la puerta, es decir, en el espacio más cercano a la cocina, y con una distribución en paralelo a la pared del fondo, para facilitar el paso a la sala de estar.

El área de relax se ha situado en el fondo del local, junto al gran ventanal con una disposición de los muebles de permite la circulación fluida y delimita las funciones.

Así mismo, dentro de la sala de estar, tenemos otras 3 sub-zonas con las que se ha conseguido aprovechar el espacio al máximo:

• En rojo, probablemente la más importante, zona de relax, compuesta por un sofá chaise-longue y una mesa de centro. Si nos fijamos bien, el sofá tiene la  chaise-longue en el lado del comedor, de este modo, conseguimos dividir visualmente el espacio, pero sin interrumpir la circulación.
• En verde, la zona de almacenaje. En esta zona tenemos dos grandes librerías y un mueble multimedia que permite tener todos los objetos en orden y almacenados. Esta zona proporciona servicio tanto a la zona de relax como a la zona de estudio que veremos a continuación.
• En amarillo, y junto a la ventana, tenemos una pequeña zona de trabajo. No es casual que se sitúe junto a la venta, ya que es la zona más iluminada. Un ligero escritorio hace, a la vez, de zona de estudio y mueble auxiliar junto al sofá. La silla, tiene la doble función de situarse frente al escritorio cuando este está en uso  y como asiento extra para las visitas. Por su parte, la librería, también, proporciona una amplio espacio de almacenaje para la zona de trabajo.

Tras haber decidido la distribución, tocaba decidir la gama cromática. La paleta elegida fué la combinación del gris-blanco (colores neutros) con toques de verde agua y rojo.

 

Un truco fundamental a la hora de combinar colores en nuestra decoración, no es sólo la acertada elección de los tonos, sino su proporcionalidad. Para proporcionar armonía visual a un espacio no sólo debemos elegir colores que combinen sino saber elegir qué cantidad de cada uno de ellos utilizar.

Los interioristas profesionales suelen decir que existe una regla de oro para conseguir el equilibrio cromático en una estancia, la regla del 60% – 30% – 10%. Es decir, debemos distribuir  los colores de una estancia en las proporciones del 60%, del 30% y de 10%.

El 60% es el color predominante y normalmente se relaciona con el color de las paredes, un tono neutro que imprima serenidad a la estancia. En este caso, el color gris será el color predominante, pintando las paredes en dos tonalidades de gris, e incluyendo la principal pieza de mobiliario de esta sala de estar, es sofá, también es este tono. El blanco también es un color neutro y que además aporta luminosidad, por lo que e área de almacenaje, donde los muebles son más pesados visualmente se incluirán de este color.

El verde agua sería el siguiente color en proporción, y por último el rojo, aplicado sólo en pequeñas pinceladas para proporcionar un toque de color al espacio y que este no resulte excesivamente monótono.

Aquí os dejo un adelanto del resultado final, aunque continuaremos analizando el look de esta bonita sala de estar en próximos posts. Espero que os guste.