Renovar un salón comedor. El resultado.
La semana pasada os contaba mi plan para renovar un salón comedor sin cambiar los muebles (clica aquí para ver el antes). Pues bien, ¡hoy por fin os traigo el resultado! Digo por fin porque es un trabajo que ha llevado mucho tiempo, y que finalmente he podido ver materializado. Creo que no se podía hacer más con menos. Hemos aprovechado al máximo los elementos existentes y hemos cambiado por completo el aspecto de esta estancia. Ahora os toca juzgar a vosotros, yo personalmente ¡estoy enamorada!
«Renovar un salón sin cambiar los muebles es posible. Juega con el color y los complementos»
Comenzamos con una panorámica general de la estancia. Como comentábamos en el post anterior, la gama cromática elegida jugaría con los tonos grisáceos y azules. El amarillo de las paredes fue sustituído por un relajante gris azulado capaz de imprimir frescura y elegancia a la estancia. El sofá, pieza central de este salón, se mantuvo en su estado original pero fue aderezado con varios cojines en estampados de rallas, zizag e ikat, también en tonos azules.
Los dos cojines cuadrados fueron adquiridos en CASA, mientras que el cojín alargado de rayas se corresponde con el modelo de REMVALLEN de IKEA. Los cojines son una de las claves de la decoración actual, y resulta increíble el impacto que estos tienen en el estilo de una estancia.
«Los cojines juegan un paper crucial a la hora de renovar un salón. Podemos cambiar su estilo en un abrir y cerrar de ojos»
Tal y como os había comentado en el post anterior, la idea era colocar una gran alfombra para enmarcar la zona de estar. Aunque esa sigue siendo la idea, lamentablemente, no hemos podido conseguirla a tiempo para realizar la sesión fotográfica, ya que el modelo LOHALS de IKEA de 200×300, tiene problemas de abastecimiento. Igualmente os ruego que os imaginéis una gran alfombra de yute a los pies del sofá para completar el look.
El siguiente elemento fundamental para la transformación de este espacio, fueron las cortinas. La anteriores cortinas cortadas a la altura de las ventadas y en color marrón, daban un aspecto anticuado a la estancia y acortaban visualmente la altura de los techos. Los rieles y el faldón fueron reembrazados por unas bonitas barras en metal blanco envejecido de LEROY MERLIN.
Para los visillos, elegimos el modelo VIVAN de IKEA, por su sencillez luminosidad y caída, mientras que para los cortinones, optamos por el modelo AINA, también de IKEA. El modelo AINA encajaba no sólo cromáticamente, ya que presenta un color azul envejecido ideal, sino que el tejido en lino imprime ese carácter natural y rústico que estábamos buscando.
El horrible butacón de cuero fue eliminado del conjunto, tal y como habíamos anticipado en el post anterior, para así poder incluir el sillón de rattán BYHOLMA y su cojín a medida DJUPVIK. Ambos de IKEA. El rattán envejecido adquiere una tonalidades grisáceas que encajan a la perfección con el resto de la decoración. Además, tanto el material de rattán como las formas del sillón son más ligeras y estilizadas que el anterior butacón, por lo que armonizan con el entorno y no resulta visualmente pesado.
Siguiendo en la zona de la sala de estar, podemos observar el cambio radical que las tres principales piezas de mobiliario han sufrido. El mueble de la televisión, la librería y la mesa de centro, ha cambiado por completo a través del color. El oscuro color wengué ha sido eliminado en favor de una relajante y luminosa gama cromática. Aunque analizaremos la transformación de estas piezas en próximos posts, a grandes rasgos, podemos observar como en el caso del mueble de la televisión y la librería, se ha optado por un gris blanquecino uniforme, el cual, junto a los nuevos tiradores, consiguen transformar por completo las piezas. Por otro lado, la mesa de centro ha sido tratada con una pátina que simula la madera blanqueada por el mar.
En cuanto a los complementos, podemos destacar los faroles de mimbre que lucen junto a la librería, ambos de MI CASA, la pareja de porcelana que vemos junto a la televisión, o el juego de té sobre la mesa de centro, ambos de SARGADELOS.
«Renovar un salón no tiene porqué implicar una gran inversión»
La chimenea, se ha mantenido del modo más sencillo posible, destacando sus formas rústicas pintando la campana en blanco.
Sobre el leñero, un pequeño bodegón con elementos marinos imprime un toque de calidez a la robusta chimenea. La lámpara de caracola de ZARA HOME, está acompañada por un cuadro (el cual hemos reciclado de la decoración anterior) con una lámina de temática marina. Un par de candelabros y botellas vintage completan la composición.
Las sillas de respaldo cruzado INGOLF lacadas en blanco contrastan con el color natural de la robusta mesa de madera. Ambos de IKEA. Unas ramas secas descansan sobre dos caminos de mesa realizados con los bajos sobrantes de las cortinas.
Sobre las sillas, unos cojines en un suave azul turquesa, imprimen un toque de confort y calidez a la composición. Adquiridos en CASA.
Al fondo, la vitrina o cristalera de madera natural, fue rejuvenecida con una pátina blanca que, al igual que la mesa de centro, buscaba el efecto desgastado del mar. Se trata del antiguo modelo LEKSVIK de IKEA, ya descatalogado.
Además de renovar el exterior del mueble, el interior también fue iluminado y rejuvenecido con una capa gris idéntica al de los muebles de la sala de estar. La cristalería y los juegos de café de SARGADELOS destacan mucho más sobre el fondo, añadiendo un toque de personalidad.
Tras muchas semanas de trabajo hemos conseguido renovar un salón comedor íntegramente respetando la mayor parte de los elementos. No es necesario cambiar todos los muebles y gastarse un dineral para cambiar por completo el aspecto de una estancia. Unificando cromáticamente todos los elementos, desde las paredes, a los muebles pasando por los tejidos, hemos conseguido un espacio elegante, fresco y acogedor que nada tiene que ver con la estancia anterior. Espero que os haya gustado. Yo personalmente estoy muy orgullosa del resultado, así que espero impaciente vuestros comentarios. ¡Hasta la próxima!
Mi nombre es Tania Tapia, aunque soy historiadora del arte y profesora de idiomas, disfruto transformando espacios y viejos muebles en piezas de decoración actual. Si estás buscando ideas DIY para transformar tu hogar, o necesitas que alguien lo haga por ti, creo que este blog te resultará interesante.